Un requisito para ser feliz es viajar cotidianamente sin problemas.
¡¡¡Tal cual!!! Pensé cuando lo leí.
Por supuesto, ahora estoy en casa, pero si trato de leer cuando viajo por la ciudad, por ejemplo en un colectivo, no bajo por la puerta, me tiro por la ventanilla y arrastro todo conmigo: objetos, chofer y pasajeros.
Viajar y leer son (eran) para mí dos actividades simultáneas. Ahora, apenas podés viajar, tratar de leer en ese tiempo es una misiòn más que imposible.
Si el transporte público entra en la ecuación para ser feliz, en Buenos Aires somos todos unos infelices.
domingo, 18 de mayo de 2008
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2 comentarios:
los motivos de felicidad típicos en buenos aires creo que más bien califican de "alivios".
Es verdad: la felicidad parece haberse convertido en una suma de pequeños alivios.
Ojalá la suma avance cada día un poco más.
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